Nunca
La mirada se desvanece en el fondo de una hoguera tratando de evocar el fulgor de un recuerdo no demasiado lejano. Alzas el vaso y paladeas un breve sorbo mientras el resplandor de las brasas restalla en tus pupilas. Los pensamientos se agolpan, y caracolean, y se pierden en la negrura de una noche a la que dicen mágica y yo llamo cómplice. Y te descubres pensando que, en esos momentos, desearías con toda tu alma encontrarte lejos, muy lejos de allí, tomándo partido y rebelándote contra una realidad que te mantiene cautivo y a la que te ligan demasiadas servidumbres. Una realidad que nunca será posible romper.
¿Nunca?
Nunca... Esbozas una mueca de medio lado como la de un lobo viejo y apuras el vaso de whisky. Hace tiempo que aprendiste que "nunca" no es un plazo de tiempo sino un estado de ánimo. Y que no existe una única manera de hacer bien las cosas. Y que lo que está bien y está mal son convenciones ajenas y que un superviviente siempre descubre la forma de quebrar las convenciones, que no las convicciones, y vivir con ello. Hace tiempo que aprendiste que saber plegarse a las circunstancias también es una forma de ganar. Hace tiempo que aprendiste a sobrevivir y si hay algo cierto es que el instinto nunca se pierde.
Quizá pronto llegue el momento de poder demostrarlo.
¿Nunca?
Nunca... Esbozas una mueca de medio lado como la de un lobo viejo y apuras el vaso de whisky. Hace tiempo que aprendiste que "nunca" no es un plazo de tiempo sino un estado de ánimo. Y que no existe una única manera de hacer bien las cosas. Y que lo que está bien y está mal son convenciones ajenas y que un superviviente siempre descubre la forma de quebrar las convenciones, que no las convicciones, y vivir con ello. Hace tiempo que aprendiste que saber plegarse a las circunstancias también es una forma de ganar. Hace tiempo que aprendiste a sobrevivir y si hay algo cierto es que el instinto nunca se pierde.
Quizá pronto llegue el momento de poder demostrarlo.
Etiquetas: Personal e intransferible