Mentiras completas y verdades a medias



jueves, 24 de julio de 2008

Encrucijada



Inmerso en la negrura de una insana incertidumbre,
demasiado solo en un mundo demasiado frío,
un extraño en tierra extraña
al que atormenta la duda del camino a tomar
en esta encrucijada salvaje y hostil.

La responsabilidad cercena cualquier atisbo de locura,
cualquier posibilidad de huida hacia adelante.
Te impide canjear la cálida trinchera en la que subsistes
y cambiarla por el placer de sentirse libre, de sentirse vivo.
Al borde del abismo, uno siempre se debate
ante la determinación de retroceder. O quizá saltar.

Pero sea cual fuere la decisión última,
la conclusión resulta ser, invariablemente, la misma:
la única compañía con la que siempre puedes contar,
la que nunca te abandona en tu periplo
es la de tus propios fantasmas.
Tanto es así que, al final, hasta terminas por considerar acogedora
su hueca, vacía y vana presencia.

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4 comentarios:

Blogger Bárbara ha dicho...

¿qué sería de nosotros sin nuestros fantasmas? Tengo claro que mi soledad no sería nadie sin mí. Pero no tengo tan claro que la incertidumbre sea insana...
Un saludo cordial.

25 de julio de 2008, 10:36  
Blogger Pandora ha dicho...

Precioso poema, Pedro.
Todo el mundo nos hemos encontrado en este tipo de situaciones y no sabemos qué camino tomar; a veces, me pregunto si dar un salto y buscar lo que quiero, aunque sea lo más difícil o elegir lo más fácil y no luchar.
Ahora prefiero no pensar.
"Y vuelvo a encontrarme
ahogada en el borde del abismo,
entre montañas de soledad
y de caminos..."
Abrazos.

25 de julio de 2008, 13:05  
Blogger Hutch ha dicho...

¿"Hueca, vacía y vana" la presencia de los propios fantasmas? Pero si gracias a ellos la existencia personal cobra su sentido y plenitud.

Me gusta mucho la foto: recuerda a Cary Grant ante la "incertidumbre" de la espera "vana" del "fantasma" de George Kaplan, instantes previos al ataque "salvaje y hostil" de la avioneta y a su "huida" a "la cálida trinchera" del maizal.

Saludos.

26 de julio de 2008, 8:31  
Blogger Pedro de Paz ha dicho...

Barbara, nuestros fantasmas son, al fin y al cabo, nuestro único equipaje fiable, el que nos acompañará siempre nos guste o no, lo cual no quiere decir que sea el más deseable. No algunos de ellos. Y no siempre la incertidumbre es insana. Pero ésta lo es, te lo aseguro.

Gracias por tus palabras, Dafne. Y me alegra que te hayan gustado las mías.

Angelus, cobra profundidad, quizá. El bagage vital de cada uno es aquello que nos hace crecer, madurar y ser fuertes. Pero los fantasmas en sí no sirven para mucho. O duelen más que ayudan las más de las veces. Todo depende cómo lo quieras mirar.

Me ha gustado tu juego de palabras.

Abrazos a todos,
Pedro de Paz

27 de julio de 2008, 18:16  

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