Mentiras completas y verdades a medias



martes, 8 de febrero de 2011

Maestros

Los lectores estamos de enhorabuena. Un año después de la extraordinaria e inquietante El humo en la botella, Juan Ramón Biedma, ese monstruoso escritor —en el más amplio sentido del término—, regresa para regalarnos otra joya nacida de su peculiar universo literario. Antirresurrección. En esta ocasión la cosa va de zombies aunque, tratándose de quien se trata, sería justo precisar que es una novela de zombies de Biedma, con todo lo que ello supone y conlleva. Quien espere encontrar el imaginario habitual de este tipo de historias que vaya desechando la idea. Nada de referencias explicitas o veladas a una posible hecatombe que convierte a la gente en muertos andantes. Ninguna explicación sobre el proceso, mutación sufrida o su génesis. Nada de mundos postapocalípticos madmaxianos donde impera la ley de superviviente que vive y lucha en soledad deambulando por un medio hostil. Ni falta que hace, oiga. El ambicioso planteamiento que nos ofrece Biedma va mucho más allá al obviar —con excelente criterio me atrevería a decir— como eje de la trama el origen y la causa de los walking dead y centrarse en las posibilidades que plantea una sociedad en la que estos existen, sin más, de la misma manera que existen los funcionarios o los habilitados de clases pasivas. Una sociedad en la que los muertos vivientes, a modo de casta o grupo social, forman parte de ella y conviven con el resto de los ciudadanos, que sobrellevan como pueden sus peculiares modos y modismos y su machacona e insistente manía por comer carne humana. Un original planteamiento que me recuerda al de aquella película de los ochenta, Alienation, en la que lo trascendente de la historia no consistía en averiguar el motivo subyacente tras la visita de los alienígenas ni sus intenciones sino que jugaba de forma inteligente con el concepto de "Y una vez que están aquí, ¿qué?" tratando de mostrar el día a día de una sociedad compuesta por humanos y extraterrestres conviviendo en una armonía sólo aparente. En un planteamiento similar consiste el clarividente punto de partida de Antirresurrección. El Apocalípsis ha llegado y con él, los zombies. Bien. Y ahora, ¿qué?. Pues el ahora que Biedma trata de mostrarnos termina por ser una novela negropolicial ambientada en Sevilla, bastante canónica a pesar de las peculiaridades del contexto en el que se desarrolla, en la que sus dos protagonistas, un policía y una detective privado, personajes torturados made in Biedma como no podía ser de otro modo, luchan por esclarecer una serie de crímenes presuntamente cometidos por un homicida en serie, por combatir el delito imposible que supone la persecución de un criminal que asesina en una sociedad en la que una gran parte de sus integrantes ya están muertos. ¿Les he dicho ya que Biedma es genial?

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2 comentarios:

Blogger Jerom ha dicho...

Deseando estoy que llegue el fin de semana para comprarla...

8 de febrero de 2011, 18:28  
Blogger Corso ha dicho...

Tiene buena pinta.....

http://docublogonline.blogspot.com/

17 de marzo de 2011, 13:43  

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