Un breve, minúsculo, diminuto inciso

Lo de la foto de arriba es mi Documento Nacional de Identidad. Me satisface ser el legatario de una larga estirpe familiar que siempre lució con honra sus apellidos. Y yo, a lo largo de mi vida, siempre traté de portarlos con el mismo orgullo con el que lo hicieron mis antepasados. En su día, mis padres pagaron religiosamente mi bautizo y mi inscripción en el registro civil. Y como puede comprobarse por el documento adjunto, De Paz es mi auténtico apellido. No un pseudónimo. No un nombre artístico. No un Nom de plume inventado con el ánimo de obtener un aparente barniz de absolutamente nada.

Por todo ello…

Al próximo soplapollas que, portando bajo el brazo un supuesto título de periodista, no se tome la mínima molestia de cotejar algo más que a vuelapluma a quien menciona en sus artículos y continúe —por enésima vez— refiriéndose a mí como “Pedro Paz”, le practicaré la manicura a la altura de los cojones.

Avisado queda.