Sos grande, Carlitos. Muy grande

«..."Pero sigo siendo el rey" podría inscribirse dentro del género de lo que llamamos novela negra. Y digo podría porque sus inicios son fieles a los cánones de dicho género. José María Arregui, un ex policía de puño fácil y querencia por el disfraz, reconvertido en detective privado, recibe en su despacho la visita de Zuruaga, un siniestro personaje que pretende contratarlo. Más canónico imposible. Pero ahí termina el tópico. Lo que viene a continuación, aún manteniendo el tono de una novela de intriga perfectamente engrasada, se adentra sin ambages en el más genuino "territorio Salem", un territorio a veces disparatado, a veces surrealista, hilarante siempre, conducido por una particular y cautivadora forma de narrar, un pulso continuamente sostenido y, sobre todo, una manera de concebir unos excelentes personajes a base de esculpirlos más que perfilarlos. La novela nos va conduciendo a través de un peculiar periplo por una España tan atemporal como ausente de referencias geográficas en la que encontraremos una gran variedad de personajes variopintos "made in Salem" como Sosiris, el adivino retrovisor, Cabo, el director de orquesta que perdió su sinfonía, la fiel Rosita o los primos Saravia, evidentes trasuntos de esa España que siempre encuentra un motivo para seguir enemistada y el que, como personaje, es el gran descubrimiento y el mayor logro de la novela: el mismo rey Juan Carlos [...] Casi dan ganas de hacerse monárquico y todo...»
Poco más puedo —y quiero— añadir. Bueno, sí, una cosa: cómprate la novela. Ya tardas.
Etiquetas: Amigos, Autores, Libros, Literatura, Obras maestras
4 comentarios:
"el típico peloteo endogámico entre amigos"
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Así que se trata de eso. Cuando un autor habla bien de la novela de otro es para aplicar la máxima de "hoy por ti, mañana por mí". Vaya.
No, anónimo. No se trata de eso. No soy muy amigo de practicar la endogamia literaria. Yo sólo hablo bien de las novelas que de verdad me han gustado (y suelo callarme con las que no) y lo hago con mayor cariño cuando dicha novela proviene de una mano amiga. En el caso de Salem se han producido las dos circunstancias con el agravante de que la novela de Salem no sólo me ha gustado (mucho) sino que, además, es jodidamente buena.
El acto estuvo muy bien, Pedro y además tenias razón. Ya he empezado la novela y la verdad es que engancha...
Ah, he colgado una pequeña crónica del evento en mi blog, por si te apetece pasarte.
Saludos
Tomo nota :)
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