Mentiras completas y verdades a medias



sábado, 25 de abril de 2009

Reseña de la antología La lista negra en El Cultural

"...Excelente como relato, y además bien escrito, aunque algo premioso, es el cuento “Las hojas secas”, de Domingo Villar, que explota adecuadamente, además, la condición casi inexcusable de la sorpresa final. Y lo mismo puede afirmarse de “Mala suerte”, de Pedro de Paz..."

(Ricardo Senabre, El Cultural, 24/04/2009)

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8 comentarios:

Blogger Hutch ha dicho...

El temible Ricardo Senabre, al que sigo en "El Cultural" desde hace mucho, le ha sido bastante benévolo, ¿no cree?

Ya terminé "El documento Saldaña": gran creación la del personaje de Vassiliev. Creo que el éxito de una película sobre el bien y el mal se basa en gran medida en la creación de un personaje malvado creíble, ambiguo y con poder de atracción. Las grandes películas de Hitchcock dan en la diana cuando así están planteadas: " North by Northwest", por ejemplo. Cuando leía su novela no cesaba de imaginármela en la pantalla, y era Viggo Mortensen el malo.

Saludos.

25 de abril de 2009, 9:30  
Blogger Pedro de Paz ha dicho...

Digamos que sí, amigo Ángelus. Soy de los pocos que Senabre ha salvado de la quema en una crítica bastante demoledora (que no comparto en algunos aspectos). Es para estar más que contento.

Vassiliev fue en su momento un gran hallazgo como personaje. Coincido contigo en que uno de los puntales de una buena historia es la existencia de un malvado comme il faut. Mucha gente me ha reprochado que... bueno si te has leído el último capítulo de la novela sabrás a qué me refiero (no vamos a dar más pistas). Y en efecto: desde un punto de vista estético, era el Viggo Mortensen de Promesas del Este el que tenía en la cabeza cada vez que recreaba mentalmente al personaje.

Abrazos,
Pedro de Paz

25 de abril de 2009, 10:59  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Lo dicho: tonto con ganas. Senabre pone de vuelta y media el librillo ese en el que ha logrado colar un cuento y el hombre este encima se alegra. Si de donde no hay no se puede sacar.

25 de abril de 2009, 20:48  
Anonymous g.l.r. ha dicho...

Y vuelta con el conejito de Duracell. ¿Tan grandes son tus frustraciones que eres incapaz de resistirte a verter tu mala leche contra alguien que no te ofende?
Es preferible callarse a decir bobadas. Nada se gana con las faltas de respeto, hombre.

25 de abril de 2009, 22:23  
Anonymous Trancos ha dicho...

En la ficción, a mí me gustan los malos que se mueven según un código (aunque sea éticamente reprobale) y los buenos que, de vez en cuando, son capaces de saltarse normas y convenciones sociales e incluso legales). Si no, más que buenos o malos parecen gilipollas o esquizofrénicos. Esto está muy bien recogido en el perfil de protagonistas y antagonistas del "Documento Saldaña".
Ya te advertí de la presencia de enanos en tu jardín. Ahora parece que se te han saltado al blog. ¡Fumiga! que, como dice mi padre "en mi casa mando yo"

27 de abril de 2009, 11:44  
Blogger Pedro de Paz ha dicho...

Tomaré ejemplo de su señor padre, Trancos, que ya sabe lo que dicen de la veteranía: que es un grado.

Malditos enanos... :-DDDD

Abrazos,
Pedro

29 de abril de 2009, 9:06  
Anonymous Daffy ha dicho...

Qué pena, Pedro, que alguien se escude en el anonimato para decir maldades y se quede tan ancho. Si la crítica es constructiva, lo mejor es comentarla sin problemas, sin malos rollos, con palabras bonitas, que ya bastante jodido está todo para meter más cizaña. Al fin y al cabo, muchos de nosotros somos anónimos, nadie nos conoce, no tenemos cara en la red, pero no por eso debemos ser irrespetuosos ni canallas. En fin, qué le vamos a hacer. Lo siento mucho por esas personas, que ya bastante incoloras tendrán sus vidas.
Ah, a lo que iba, que me pierdo: no tengo todavía "La lista negra", pero voy a buscarla ya mismo. La leeré y prepararé todos tus libros -incluyendo el tocho del Documento (aun a costa de mis pobres cervicales)- para que me los firmes cualquier día de estos.
Un abrazo fuerte.
Y, si se me permite, otro a Trancos.

1 de mayo de 2009, 10:57  
Blogger Pedro de Paz ha dicho...

Tranquila, Daffy. El perfil está perfectamente trazado. Gente ociosa con un punto -o puntazo- de mala baba que buscan los pertinentes quince minutos de gloria que no son capaces de alcanzar por méritos propios (una gloria estúpida, puesto que al tratar de alcanzarla desde el anonimato, el único remedio que les queda es rumiarla en la soledad de su propia podedumbre). Son como los niños que se mean encima como único medio para llamar al atención.

Sabes que será para mí un placer firmarte lo que quieras.

Besos,
Pedro

2 de mayo de 2009, 20:27  

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