Cuentas pendientes
Quien me conoce sabe que no soy amigo de airear tragedias, particularmente propias, ni albergo una especial querencia hacia el melodrama, pero puedo afirmar sin pecar de trágico que hoy estoy ante el teclado, escribiendo estas palabras, tras haber paseado muy cerca de ese difuso territorio del que la gente no vuelve. Las palabras no son mías. Son del cirujano que me ha intervenido. «Peritonitis aguda con perforación del intestino grueso y grave sepsis intrabdominal» se ha llamado el peaje de esa peligrosa travesía de once días que me ha reportado una intervención quirúrgica contra reloj, tres días de semiinconsciencia en la U.C.I. con un camión-cisterna de antibióticos enchufado a la vena, todo tipo de vías —periféricas, centrales, parenterales…—, todo tipo de sondas —nasogástricas, vesicales…—, un costurón de 25 centímetros en el abdomen —adiós Operación Bikini de este año— y una colostomía transversal.
De toda experiencia se aprende. Particularmente de las más intensas. Y si algo he sacado en claro durante estos días es que la lista de prioridades vitales en la que uno anota su particular debe y su haber apunta hacia un norte muy equivocado las más de las veces. Y que concedemos demasiada relevancia a asuntos que realmente no la merecen. Y que solemos posponer demasiadas cuestiones amparándonos en un artificio de cartón piedra llamado futuro al que se le ve el andamiaje a poco que a uno le muestran el delicado equilibrio en el que se apoya. Y que quien dice estar ahí no siempre lo estará cuando realmente lo necesites ni que aquél con quien, en apariencia, no podías contar te dejará tirado tal y como esperabas que hiciese.
Importantes enseñanzas todas. Lo trágico es la dureza del precio a pagar por aprender lecciones a la postre tan evidentes.
Desde este modesto espacio me gustaría ofrecer mi eterna, sincera e inquebrantable gratitud a la doctora Inés de la Fuente, que supo diagnosticar lo que otros no vieron y que, de no ser por ella, muy probablemente yo no estaría ahora mismo escribiendo estas palabras. Al equipo de cirugía del Hospital de Móstoles y, en particular, al Dr. García Teruel, que supo atajar con pericia lo que ya se había torcido de muy mala manera. Al personal del servicio de Urología del mencionado hospital que, durante estos días y a falta de camas disponibles en la planta que me correspondía, me acogió, cuidó y mimó más allá del cumplimiento del deber. Y a mis amigos, mis auténticos amigos, que, sabiéndolo o sin saberlo, han estado ahí mostrando su preocupación y prestando su apoyo y su aliento.
Y al médico que erró en su primer diagnóstico y provocó que una situación realmente grave se demorase 24 horas, sólo le deseo que el Diablo le confunda, que una comadreja le coma los ojos y que su mujer le engañe en esta vida y en la otra.
Nada más por hoy. Es mi primer día de alta hospitalaria y estoy cansado. Muy cansado. Sólo pedir disculpas a aquellos que durante estos once días no han obtenido respuesta a un email, una llamada o un mensaje y hayan podido pensar que no deseaba prestar atención a su requerimiento. Como han podido comprobar, la demora ha tenido su justificación. Sólo pido paciencia para que, poco a poco, pueda ir poniéndome al día y ofrecer respuesta a todos aquellos que la pidieron.
Porque debo seguir saldando cuentas pendientes.
De toda experiencia se aprende. Particularmente de las más intensas. Y si algo he sacado en claro durante estos días es que la lista de prioridades vitales en la que uno anota su particular debe y su haber apunta hacia un norte muy equivocado las más de las veces. Y que concedemos demasiada relevancia a asuntos que realmente no la merecen. Y que solemos posponer demasiadas cuestiones amparándonos en un artificio de cartón piedra llamado futuro al que se le ve el andamiaje a poco que a uno le muestran el delicado equilibrio en el que se apoya. Y que quien dice estar ahí no siempre lo estará cuando realmente lo necesites ni que aquél con quien, en apariencia, no podías contar te dejará tirado tal y como esperabas que hiciese.
Importantes enseñanzas todas. Lo trágico es la dureza del precio a pagar por aprender lecciones a la postre tan evidentes.
Desde este modesto espacio me gustaría ofrecer mi eterna, sincera e inquebrantable gratitud a la doctora Inés de la Fuente, que supo diagnosticar lo que otros no vieron y que, de no ser por ella, muy probablemente yo no estaría ahora mismo escribiendo estas palabras. Al equipo de cirugía del Hospital de Móstoles y, en particular, al Dr. García Teruel, que supo atajar con pericia lo que ya se había torcido de muy mala manera. Al personal del servicio de Urología del mencionado hospital que, durante estos días y a falta de camas disponibles en la planta que me correspondía, me acogió, cuidó y mimó más allá del cumplimiento del deber. Y a mis amigos, mis auténticos amigos, que, sabiéndolo o sin saberlo, han estado ahí mostrando su preocupación y prestando su apoyo y su aliento.
Y al médico que erró en su primer diagnóstico y provocó que una situación realmente grave se demorase 24 horas, sólo le deseo que el Diablo le confunda, que una comadreja le coma los ojos y que su mujer le engañe en esta vida y en la otra.
Nada más por hoy. Es mi primer día de alta hospitalaria y estoy cansado. Muy cansado. Sólo pedir disculpas a aquellos que durante estos once días no han obtenido respuesta a un email, una llamada o un mensaje y hayan podido pensar que no deseaba prestar atención a su requerimiento. Como han podido comprobar, la demora ha tenido su justificación. Sólo pido paciencia para que, poco a poco, pueda ir poniéndome al día y ofrecer respuesta a todos aquellos que la pidieron.
Porque debo seguir saldando cuentas pendientes.
Etiquetas: Personal e intransferible
62 comentarios:
Encantado de tenerte de vuelta!!!
Buena recuperación, y ahora a cuidarse un poquito!!
Un abrazo!!
Jerom
Hostía, tío, no sabía nada. Que te mejores. Un fuerte abrazo y lo que te haga falta, amigo. Y cuidate, que tienes que seguir sacando muchos libros. Me has dejado asombrado
Pedrito, cuidate mucho, nos haces mucha falta aunque sea para poder leerte cada día desde una pantalla.
Muchos besos, pero muchos muchos.
Anita Noire
Pedro, me alegro de leerte. He seguido tu estado a través de Paco.
Me alegro muchísimo que estés mejor.
un besazo y un enorme abrazo.
Virtudes Reza
Vaya! esas cosas asustan mucho, me alegro de que ya estés fuera de peligro.
Un abrazo gordo
Me alegro de que todo haya salido bien. Ahora toca recuperarse.
Un abrazo.
(soy Marina F. Bielsa)
Un gusto volver a leerte, compañero. No es que esto consuele, pero hay cada "matasanos" por ahí que tela. Mi (ex) médica de cabecera dijo que tenía ansiedad y me recetó antidepresivos (?????) y voltarén para una pierna hinchada y una taquicardia sin motivo aparente cuando lo que tenía era un cuadro claro de trombosis venosa profunda, que tardé una semana en tratar por su culpa (y porque finalmente fui a urgencias) y que había degenerado en embolia pulmonar.
En fin, que tengas una pronta y satisfactoria recuperación.
besazo
Pedro, me alegro de que se haya solucionado satisfactoriamente ese problemón médico. ¡A recuperarse! Un abrazo.
Ánimo, muchacho. Y, sobre todo, tómate tiempo. También para las cuentas pendientes que tengas.
Bienvenido de nuevo a tu casa. Y sé por lo que has pasado, punto por punto. A mi hermano también un "doctor" no le diagnosticó lo mismo que a ti. El resto de la historia creo que la conoces sobradamente.
Que tienes aún muchas cuentas que saldar.
Un fuerte abrazo.
Paracetamol y mucha agua, que con eso se cura todo. Mucho ánimo y aprovecha. Vas a tener un montón de tiempo libre para escribir y nos vas a deleitar con lo que salga de ahí. Abrazos.
Jorge
Yo me enteré ayer... y me alegro de haberme enterado cuando todo está solucionado(sólo una pequeña convalecencia en la que seguro que tu chica te cuida mucho y eres el rey de la casa), porque ¿te digo una cosa de muy mal gusto?: se me murió un perrito de peritonitis. Me alegro muchísimo de que estés bien, de que existan buenos médicos y de que todo quede en un susto y una mínima experiencia para olvidar cuanto antes.
Bienvenido! campeón!
Lo demás ya lo sabes... :)
Bienvenido! campeón !
Lo demás ya lo sabes
Ánimo y fuerza, Pedro, que hace falta algo más que una contrariedad como la que te ha acontecido para acabar contigo. Ya verás como en breve nos estamos riendo por ahí en algún proceso de "documentación". Un abrazo muy fuerte.
No es que le haya copiado el comentario a la tal pepa, es que la red no sé por qué ha sacado mi comentario como Pepa, visto lo visto, voy a tener que cambiar de nombre, mada narices!
Me alegro de tenerte de este lado, del de los vivos.
Un abrazo muy fuerte. Me alegro de que vuelvas a la carga.
No sabía nada, brother. De haberme enterado, habría mandado aviso al Hospital de Móstoles para que fueran conscientes de que tenían entre sdus paredes al hombre que mató a Durruti. O algo así... ;-)
En serio: cuídate, que nos tienes que durar, que aún nos debes varias novelas!!! ;-)
Un abrazo fuerte (si tu estado físico lo permite ;-)
Bueno, no sabía nada pero me alegro un huevo de que todo haya pasado. Cuídate mucho, majo.
¡Joder, Pedro! Siento lo de tu malotía ("cólico miserere" lo llamaban no hace mucho :-D ), me alegro de tu recuperación y te deseo que esta sea pronta y completa. Y tienes razón; la vida es un pésimo sistema educativo: te enseñan a hostias y te cobran un huevo por las clases particulares. ¡Venga! ¡a cerrar capítulo y a lo que estamos, que aquí no ha pasado nada! (a ver si te me vas ahora a acojonar y a creer que la vida no merece la pena porque te quiten de comer esto o lo otro, o las bebidas espirituosas y otros vicios de efectos psicosomáticos o psicotrópicos y te tengas que nutrir de calditos de verduras y agua de carabaña). Lo dicho. Viriles y precavidos abrazos.
Hola Peter, cuanto me alegro de oir tu voz a tyraves de lo que escribes. Lo mejor para estos casos es un buen chiste que haga que te tiren los puntos….soy malvadísima , pero amiga al cabo.
Un beso, gitano guapo.
Joder, Pedro!!! un abrazo suave, de esos que conectan latidos. Y un beso, campeón.
Enhorabuena por estar aquí. Y esto es así porque así tenía que ser. Preciosas palabras, un comentario estupendo que comparto, sobre todo por haber pasado por algo parecido y saber qué se piensa mientras y después del temazo.
Te deseo lo mejor y que te recuperes muy pronto.
¡A vivir!
Me has dejado alucinado al leer la escalofriante experiencia, Pedro.Afortunadamente todo ha salido bien y espero que en breve sólo sea un mal recuerdo.
Así que ya sabes, a ser bueno, cuidarse y recuperarse lo antes posible. Que nos quedan muchos saraos por disfrutar!!
Un fuerte abrazo.
Jolines, Pedro, lo que has tenido que pasar!! Me alegro un montón de que ya estés en casa, que lo peor ya ha pasado. A descansar mucho y enseguida estás dando guerra otra vez.
Un fuerte abrazo.
hola brother. un placer verte por aquí dando guerra
después de lo ocurrido con mi sueño comienzan a llamarme "el ángel de la muerte" y no me gusta
me alegra que todo haya salido bien prometo ahostiar al tuercebotas que te diagnosticó mal y espero que descanses y aproveches par ahcer esas cosas que de verdad importan en estos dias de convalecencia
un besazo
PD.- ya estoy preparando una entrada en "Pandemonio" sobre tu operación, jajajaja
abrazote , te quiere el JAROl
Qué silencio más grande hemos tenido estas semanas. Menos mal que ya estás de vuelta para dar guerra y repartir mandobles, aunque aún tardes unos días. De momento, reposo, calma y mimos. Nosotros seguiremos aquí. Un besote
Marta Q.
Habrá que darlo todo por bueno si a consecuencia de ello por aquí sigues. Eso sí, con el recuerdo vivo para quien lo haya merecido. Un abrazo,
Coño, Pedro, no sabía nada. Me alegro que estés mejor. Para que veas: bicho malo nunca muere, jajajajaj.
Tú, tranqui, este verano enseña barriga que mola mucho ver a un hombre lleno de costurones,jijiji.
Un abrazo fortísimo
Rose(Daf)
Jooooooder.
Mucho ánimo en la recuperación.
Un abrazo.
Dragut.
Acabo de leer la entrada de tu blog y me he quedado de piedra. No tenía ni idea. Solo espero que te recuperes pronto. Mucho ánimo y fuerza y un besote muy fuerte,
Carmen F. Etreros
Joder tío, un abrazo enorme. Hasta que se te salten los puntos. Cagontó que susto.
Venga otro abrazo, que me he quedado corto. ¡Uf!
Fer.
Un fuerte abrazo y a quedarse con la experiencia (aunque, en esta ocasión, hubiera sido preferible ahorrársela).
Mi querido Wolf,
sólo mandarte un besazo inmneso lleno de cariño.
Espero que te repongas poco a poco y todo quede en un susto nada más.
Me gusta muchísimo cuando escribes con el corazón.
Muxuk
María (Janti)
Un abrazo PEdro, me alegro que estes bien se te echaba de menos
Te deseo una pronta recuperación, y estar de nuevo en el circuito dela vida. Un saludo.
CUIDADO: PACO GÓMEZ ESCRIBANO ESTÁ AL "AZACECHO".
Ánimo y suerte de un lector (remero muy ocasional y desapercibido) de la Argos, en la que te vi enrolarte pero no desembarcar.
D. Pedro, desde la cubierta de la nueva Argos reciba un fuerte abrazo, y los deseos de una pronta recuperación. Esperamos verle de nuevo pronto.
PS. Tiene que ver lo bien que le ha quedado la nueva nave al patrón.
Un saludo cordial, compañero de remo.
belisario
Don Pedro, un abrazo y mis mejores deseos de recuperación.
Le facilito la dirección de la nueva nave Argos, el blog de don Santiago González, desde la que todos le recordamos.
D. Pedro, me alegro de que no haya tenido que pagar el óbolo a Caronte.
Afortunadamente para usted pudieron corregir el mal diagnóstico inicial. Piense que otros no han tenido tanta suerte. Luego se disculpan diciendo que la medicina no es una ciencia exacta.
En fin, que lo principal es que ha superado esta dura prueba, que le quedará como un mal recuerdo, y piense que como novelista puede sacar alguna enseñanza provechosa.
Un abrazo, y espero que algún día se acerque a remar con nosotros.
D. Pedro, por lo que cuenta, está claro que ha vuelto usted a nacer.
Así que, tan pronto esté usted bueno, le vamos a montar una fiesta de bautizo que se va a defecar la cánida.
Un abrazo.
Le esperamos en la Nueva Argos, compañero remero...
("¡Pero si ayer comí de lo más limpio, coño! ¿Qué es lo que me ha sentado tan mal?")
Joer, PdP... Menos mal que no era usted creyente en la homeopatía, si no ahora lo estaríamos intentando con la Ouija.
Recupérese bien, piano piano.
Ya sabe que su remo siempre le estará esperando. Un abrazo y recupérese pronto
Un abrazo, Don Pedro.
Nos alegramos mucho de poder leerle, D. Pedro.
Todavía tiene usted que seguir dando mucha guerra.
Jolín Don Pedro, menudo trance amigo. Se me ha estremecido "la fuerza" por todos los lados . Aunque para fuerza y coraje el suyo para superar esta grave situación.
Como vé todos los compañeros de remo le echábamos de menos.Y todos le deseamos una convalecencia sin problemas y total recuperación.
Un fuerte abrazo.
Estimado Don Pedro, me alegro mucho de que pueda ud descansar, pero no en paz, tras su desagradable periplo hospitalario.
Un fuerte abrazo.
Coño, estos son los trances en los que emergen los mejores deseos. Mucho ánimo y salud
Me alegra saber que haya superado tamaño trance. Espero que la recuperación sea pronta y óptima.
Un abrazo, don Pedro.
D.Pedro recupérese pronto.
En la nueva Argos tiene Vd. su banco y su remo, todo acolchado y mullido para los primeros días.
Tiene barra libre en la cantina y en la nevera (ésta en cuanto se "escantille" con alguna broma).
Recupérese don Pedro, le debo muchas carcajadas y algunas reflexiones y quisiera devolverle alguna.
Un (anónimo) abrazo.
enrique
Don Pedro, le envío todo el ánimo del mundo y un fuerte abrazo. Espero verle por la Argos de nuevo.
D. Pedro, enhorabuena por su recuperación y mucho ánimo. Un abrazo.
Don Pedro, celebro que haya superado con bien esta difícil situación.
Un abrazo. Luigi de la Argos
Vaya la que he liado. Si he sido inoportuno, le pido disculpas, pero creo que ha estado bien este chivatazo. Ahora regreso al modo de sólo lectura.
Saludos y a seguir así.
Bueno don Pedro, reconozco que la excusa para no haber pegado ni chapa estas semanas no es mala, pero ahora, cuídese y escriba.
Animo y un abrazo muy fuerte para usted y los suyos. Disfrútelos.
Le deseo una buena recuperación y le felicito por su suerte. Es una patología muy grave la que tuvo. No le conozco, pero es causa de alegría que lo haya superado.
Un saludo cordial M.
Pedro, que te recuperes bien, y pronto. Un abrazo. Ó. Urra.
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