Sensaciones
Comienzan a llegarme los primeros correos electrónicos de lectores con relación a El documento Saldaña. Mensajes de personas a las que no conozco, pero a las que agradezco infinitamente el que se hayan hecho con un ejemplar y que, tras su lectura, se hayan tomado la molestia de buscar mi web y escribirme unas palabras. En su gran mayoría, el tono es elogioso. Bastante elogioso. Muy elogioso. Algunos lo son tanto que hasta me causan cierto pudor.
Ayer noche pasé a tomarme una copa por el Tres Cuartos, local que, con excelente gusto y criterio, regenta en Malasaña mi amigo Hansy. Cuando llegué, Hansy me aguardaba con un par de ejemplares bajo la barra esperando a ser firmados. El suyo y el de otro amigo común. Y es posible que el hecho se convierta en rutina. Entre bromas y risas acordamos que él acumularía ejemplares de amigos y conocidos bajo la barra y yo me pasaría de cuando en cuando a firmarlos. Quid pro quo.
Domingo por la mañana. Librería de un centro comercial. Acudo con la intención de adquirir un ejemplar de La conspiración de Yuste de Victor Fernández Correas y otro de El síndrome de Mowgli de Andrés Pérez Dominguez. Paseo por entre los estantes, contemplando las novedades. Siento un golpecito en el hombro y, tras volverme, encuentro frente a mí a una mujer que sostiene entre las manos un ejemplar de El documento Saldaña. Mira de forma alterna a la foto de la solapa y a mi rostro, supongo que con la intención de cerciorarse. Me pide que se lo firme antes de llevárselo y, de paso, que le firme otro para una amiga. La mujer sale de la tienda con una sonrisa de satisfacción en los labios. La mía es bastante más amplia que la suya.
Lo cierto es que me cuesta acostumbrarme, pero... no cambiaría esas sensaciones por nada del mundo.
PS.- Según me cuentan, el Martes, 23 de septiembre, en torno a las 21:00, reportaje en LOCALIA TV sobre El documento Saldaña. Para el que quiera verlo —y capte la emisión—.
Ayer noche pasé a tomarme una copa por el Tres Cuartos, local que, con excelente gusto y criterio, regenta en Malasaña mi amigo Hansy. Cuando llegué, Hansy me aguardaba con un par de ejemplares bajo la barra esperando a ser firmados. El suyo y el de otro amigo común. Y es posible que el hecho se convierta en rutina. Entre bromas y risas acordamos que él acumularía ejemplares de amigos y conocidos bajo la barra y yo me pasaría de cuando en cuando a firmarlos. Quid pro quo.
Domingo por la mañana. Librería de un centro comercial. Acudo con la intención de adquirir un ejemplar de La conspiración de Yuste de Victor Fernández Correas y otro de El síndrome de Mowgli de Andrés Pérez Dominguez. Paseo por entre los estantes, contemplando las novedades. Siento un golpecito en el hombro y, tras volverme, encuentro frente a mí a una mujer que sostiene entre las manos un ejemplar de El documento Saldaña. Mira de forma alterna a la foto de la solapa y a mi rostro, supongo que con la intención de cerciorarse. Me pide que se lo firme antes de llevárselo y, de paso, que le firme otro para una amiga. La mujer sale de la tienda con una sonrisa de satisfacción en los labios. La mía es bastante más amplia que la suya.
Lo cierto es que me cuesta acostumbrarme, pero... no cambiaría esas sensaciones por nada del mundo.
PS.- Según me cuentan, el Martes, 23 de septiembre, en torno a las 21:00, reportaje en LOCALIA TV sobre El documento Saldaña. Para el que quiera verlo —y capte la emisión—.
Etiquetas: Amigos, El documento Saldaña
12 comentarios:
Pues yo aquí estoy en mi garita, disfrutándolo. Espero qeu este miércoles no faltes al Isadora porque con lo que pesa no quisiera volver a cargar con él. Me gusta mucho el acertijo, ya sabes que un enamorado de la Villa siempre tienes ciertas nociones para desentrañar ese mieterio que se esconde bajo el documento. También tengo mis peros, pero ésos te los comento en persona, con una cervecita bien sudadita al lado que me gusta más.
Llevo la mitad del libro y me tienes enganchadísima. No hago más que buscar huecos libres para poder avanzar unas pocas páginas. Hacía tiempo que no cogía un libro con tantas ganas.
Ese canalla de Miguel Cortés me tiene enamorá. ¿Existen de verdad hombres así?
Besos
Suzie
Creo que antes fui un poco de listillo. La cosa tiene mucho más miga de la que pensaba. Ahora sé que lo que sé de Madrid es bastante poco. Pero eso es cojonudo. No soy capaz de despegar los de sus páginas.
¡El viernes ya estaba en el carrefour de mi pequeña ciudad alegre y confiada el DOCUMENTO SALDAÑA! ¡INCREIBLE! ma no troppo sabiendo cómo escribe Lobo y cómo vende Planeta. Espero que no se me acompleje VI por no ser escritor de minorías estreñidas, selectas y sesudas dotadas en exclusiva por la Naturaleza para comprender su obra y alejada de las masas abandonadas por su desodorante. También espero que, como el Arcipreste, siga prefiriendo Usía ser leído a ser vendido.
Abrazos, Lobo y enhorabuena. Espero que esto sea el comienzo de una carrera imparable.
Pues nada, caballero, ayer estuve por La Casa del Libro y me pareció que tu libro está teniendo buena promoción y notable representación. Yo lo leeré, a su debido tiempo, ahora tengo acumulación de novelas en la mesa de noche, y las estanterías de mi casa van a reventar, y mi mujer amenaza con echarme de casa. Espero, la crisis no se ensañe con el mundo del libro y tengas buena acogida, leí un poco, me pareció muy currada y al parecer, prometía. Suerte.
Abrazos.
Hola
He llegado a tu bloc buscando por la red informacion sobre el autor de El documento Saldaña, una novela que empecé a leer hace tres días y que me tiene completamente enganchado. Me alegra descubrir que tienes pagina web en la que poder contactar contigo. Solo quería felicitarte por tu excelente novela y comentarte que acabas de ganar un fiel lector para los restos.
Una pregunta:¿tus anteriores novelas pueden encontrarse facilmente en librerias?
Salu2
Roberto
Pedro, te repito lo que te dije por email: lo más grande en novela negra y de aventuras que he leido en mucho tiempo. Y como ya te dije, soi un lector bastante exigente con ese tipo de generos. No lo dudes: has parido un pedazo de novelon.
Mi mas sincera enhorabuena y mis mejores deseos. Y espero que no sea lo ultimo que leemos de Miguel Cortes. El personaje es redondo para una saga.
Tranquilo, Child. Allí estaré. Te veo el miércoles. Hablaremos de esos peros.
Quiero creer que sí, Suzie, que existen, pero tampoco te lo podría asegurar. Me alegra que el libro te esté gustando.
Gracias, Trancos, por ayudarme al seguimiento de los ejemplares. Me alegra saber que está incluso en el Carrefour. Por supuesto que, puestos a hacer balance, prefiero ser leído a ser vendido, pero a nadie le amarga un dulce -sobre todo si ello me permite dedicarme a esto por entero, que uno tiene la mala costumbre de comer todos los días-. Gracias por su enorabuena.
Gracias, Javier. Espero que cuando puedas dedicarle una lectura, comentemos tus impresiones al respecto.
Roberto, la única medianamente fácil de encontrar es Muñecas tras el cristal. Mi primera novela, El hombre que mató a Durruti es, a día de hoy, ilocalizable aunque todo se andará. En cualquier caso, envíeme un email para ver qué podemos hacer.
La idea no es descabellada, Pijus. De hecho tengo en mente otra historia en la que Miguel Cortés encajaría como un guante. Pero antes me gustaría llevar a término otros dos proyectos que ya tengo iniciados. En cualquier caso, no lo descarte usted.
Abrazos a todos. Y gracias por estar ahí.
Pedro de Paz
Comprendo y justifico tu manía de comer todos los días, P. de P. Sólo quería hacer constar que el proceso no es siempre A) comprar y B) Leer. Yo por ejemplo, lector desconfiado y no dispuesto a gastar un duro con mindunguis, primero leo y luego compro. Así hice, por ejemplo, con Lorenzo Silva y con A. P. Reverte: hoy tengo, porque las he comprado o me las han regalado, las obras completas (o casi) de los dos. También tengo las obras completas de Pedro de Paz, salvo el escurridizo Hombre que mató a Durruti, pero esa es otra historia. Te tengo reservada una estantería entera de mi biblioteca para que luego no me queden apretujados. Así que ¡venga! ¡a lo tuyo y nada de andar por ahí como un zascandil vendiendo la "amoto" que uno ya va mayor y como me descuide no voy a estar presencial para leer tus obras de madurez, que dicen que suelen ser las mejores de un autor (yo no me lo acabo de creer, pero esa también es otra historia). Abrazos
¡Ya lo tengo! Me ha costado un poco conseguirlo, porque no suele salir de mi barrio, pero de pronto allí estaba, en el escaparate de una pequeña librería (imagino que eso es buena señal) y he entrado pa dentro con triciclo (de la niña) y todo. Le pongo en sitio preferente en la pila de lecturas pendientes (un día se va a desfondar la mesilla). Bueno, ¡qué coño!, lo empiezo esta misma noche.
Un abrazo
En cualquier biblioteca de Caja Madrid podeis conseguir las tres obras de Pedro.
Me alegro mucho de todo lo que te está pasando Pedro, tu te lo has buscado.
Un fuerte abrazo.
Fer.
Estimado Trancos: en efecto, compartimos criterio. Resultaría preferible -para todos- el poder aplicar siempre el binomio leer-pagar que aplicar el de pagar-leer. Lo que no es de recibo -y no lo digo por usted, no se ofenda- es excluir siempre y por sistema uno de los términos de la ecuación. Concretamente el de pagar. Y defensores de ese postulado que se acogen a las más peregrinas teorías para defender su postura hay unos cuantos. Bastantes. Pero, bueno, esa es otra cuestión. Gracias de nuevo por sus benevolentes palabras.
D. Miguel, gracias por colaborar con la buena causa de un servidor. Espero con ánsia sus comentarios al respecto. Sabe que guardo un reverencial respeto hacia su sentido crítico.
Excelente noticia. Muchas gracias, Fer. Me consta que algo has tenido tú que ver al respecto. Y sí, suena a tono de amenaza de barra de bar pero, para bien o para mal, yo me lo he buscado :-).
Abrazos a todos.
Pedro de Paz
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