Esencias
El aroma de un tórrido día de verano
de cielo agostado
y efluvios de mies recién trillada.
El olor de leña en las chimeneas
mientras paseas por callejuelas olvidadas
y la gelidez del aire acaricia tu rostro.
La hierba recién cortada
rebosando vaharadas de clorofila
a través de las heridas infligidas.
La fragancia de aquel delicado perfume
que jamás volverá oler de la misma manera
en la piel de otra mujer
Esencias.
Evocadores destellos capaces de trasladarte
con un rápido chasquido de dedos
a un tiempo y a un lugar
en el que, un día, fuiste feliz.
de cielo agostado
y efluvios de mies recién trillada.
El olor de leña en las chimeneas
mientras paseas por callejuelas olvidadas
y la gelidez del aire acaricia tu rostro.
La hierba recién cortada
rebosando vaharadas de clorofila
a través de las heridas infligidas.
La fragancia de aquel delicado perfume
que jamás volverá oler de la misma manera
en la piel de otra mujer
Esencias.
Evocadores destellos capaces de trasladarte
con un rápido chasquido de dedos
a un tiempo y a un lugar
en el que, un día, fuiste feliz.
Etiquetas: Personal e intransferible
1 comentarios:
Muy bonito, Pedro.
Besitos.
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