Mentiras completas y verdades a medias



miércoles, 19 de noviembre de 2008

La cúpula de la discordia

Buena se ha liado con la rehabilitación de la sede de la ONU en Ginebra y con su famosa cúpula, encargada al artista español Miquel Barceló. Parafraseando a mi amigo Angelotti, «Yo no discuto que estéticamente no sea bonita y colorista, pero eso no es arte: es decoración. Y, sobre todo, no vale los 20 millones de euros que cuesta». Hayan salido de los fondos que hayan salido, que esa es otra. Es ahí, en su precio, donde comienza a vislumbrarse el camelo. Sobre todo teniendo en cuenta que no hace ni un mes, la ONU llevaba a cabo un llamamiento a la comunidad internacional para recaudar 20 millones de dólares que paliaran la sequía sufrida en Siria. Y mientras tanto, nuestro gobierno, empreñando por medio. Defendiendo lo indefendible.

Tampoco confundamos el culo con las témporas. No quiero decir con ello que el Arte deba ser arrinconado en función de una merecida atención a cuestiones más vitales. No es eso. Demagogias, las justas. Lo que si me produce una inevitable reflexión es que ese curioso balance entre esos peculiares apuntes de Debe y Haber se generen ambos a instancias de la misma institución, la ONU. En cualquier caso y al margen de disquisiciones morales, ¿qué puede esperarse de la capacidad artística de un individuo que, en una capilla de esa maravilla del gótico medieval que es la Catedral de Palma, —«decorada como la entrada de una marisquería» que decía el amigo Román Piña—, te representa un Cristo a imagen y semejanza de Han Solo incrustado en un bloque de Carbonita?


Lo cierto es que cada día entiendo menos de Arte. Y, a veces, incluso, hasta me alegro de ello.

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6 comentarios:

Blogger Ángel Gasóleo ha dicho...

De acuerdo totalmente, esa pasta por la decoración de la cúpula es lo que mosquea, lo que da para la reflexión; del resto, de lo que ha hecho Barceló, no tengo la más remota idea. Yo tampoco entiendo un carajo de ese arte.
Un abrazo.

19 de noviembre de 2008, 20:23  
Blogger Miguel Baquero ha dicho...

A mí tampoco me gusta y me parece todo un disparate, pero mucho me temo que a las voces críticas nos callarán con lo de siempre: nosotros no entendemos. Silencio y dejad esto a los expertos

19 de noviembre de 2008, 21:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

No entro a valorar si la obra en sí es válida o no, y vaya por delante que me parece estupendo y necesario que un artista español tenga esta oportunidad. Lo que sí tengo claro es que ninguna, NINGUNA, obra de este calibre vale 20 millones de euros, los financie el PSOE, el PP o Lecheros Unidos.

19 de noviembre de 2008, 22:21  
Blogger Pedro de Paz ha dicho...

Yo tampoco quiero entrar, Ángel, Miguel y Rubén, a valorar la trascendencia artística o creativa del artefacto. Y es cierto que el valor -crematístico- del arte es muy subjetivo. Toda pieza artistica vale lo que se quiera pagar por ella. Simplemente el coste de ésta me parece desorbitado. Sobre todo teniendo en cuenta cómo está el patio económico y los huecos que se podrían tapar con ese importe. Alguien podrá decir "pues el David de Miguel Ángel no es más que un trozo de mármol. No vale lo que cuesta". Puede. Es cuestión de perspectivas. Yo sólo muestro la mía.

Abrazos,
Pedro de Paz

20 de noviembre de 2008, 15:41  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Si a mí hasta me parece vistosa y curiosa, siempre hablando en términos decorativos, pero es que me duele en el alma que intenten justificar que con eso se va a ayudar al 3er. mundo... Lo que conseguirán en todo caso con semejante despilfarro es que aumente el hambre hasta en el 1er. mundo.

23 de noviembre de 2008, 21:34  
Blogger Pedro de Paz ha dicho...

Amén, amigo Lotti, amén.

Abrazos,
Pedro de Paz

23 de noviembre de 2008, 22:44  

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