El simpático caradura

Pero lo más curioso del asunto no lo supone la mera anécdota del simpático caradura sino otra cuestión más preocupante. Al parecer, la oficina en España de INTERPOL tenía constancia desde el pasado martes a través de INTERPOL-Berna de que el individuo había sido visto con vida y su identidad había sido confirmada positivamente. INTERPOL-España notificó tal circunstancia a la oficina de enlace entre ellos y los Mossos d'Esquadra pero, curiosamente, el responsable de dicha oficina se encontraba indispuesto. El problema no es que dicha persona no pueda ponerse enferma —faltaría más— sino el que tal hecho suponga que una oficina de enlace policial queda sin la pertinente atención por la ausencia de una simple persona. Nadie comunicó a los Mossos el aviso de INTERPOL-Berna por lo que estos, a pesar de existir desde el martes la constancia del perfecto estado de salud de Pascal Henry, organizaron el jueves un operativo de búsqueda compuesto por 30 policías, 6 perros y 1 helicóptero en torno a las inmediaciones del restaurante «El Bulli» con la pasta que un operativo de esas características supone. Todo ello con cargo al erario.
Al final, la cuestión terminará siendo reducida a la mera anécdota. «Joder, que morro. Comer en "El Bulli" por la jeta y tal». Pero a mí me inquieta bastante más el trasfondo, turbio y preocupante, de otro matiz que se desprende de este asunto: en manos de quién está la coordinación de las fuerzas de seguridad y la eficacia de dicha coordinación.
Etiquetas: Caradura
2 comentarios:
Pues tienes toda la razón. Menos mal que la cosa tenía que ver con un simpático caradura que si llega a ser un violador o un terrorista. Tiene cojones la cosa.
Imaginemos lo que no trasciende, pues si sabemos de esta noticia es por lo peculiar del caso, lo pintoresco del tío que se va sin pagar de un restaurante famoso. Vergonzoso.
Un saludo.
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