Mentiras completas y verdades a medias



lunes, 7 de julio de 2008

Prótesis


Presentación el pasado día 3 de Julio, en la librería Estudio en Escarlata, del número dos —en su nueva etapa— de la más que recomendable Prótesis, revista especializada en género negro. Participaron en el acto Olloqui —colaborador habitual de la revista—, su director, el gran —en el más amplio sentido del término— David G. Panadero y su editor, el veterano periodista Manuel Blanco Chivite. Bajo la premisa «Policías escritores y escritores policías», el nuevo volumen conforma un monográfico que gira en torno a la influencia, la trascendencia y la evolución de los cuerpos de seguridad en la novela negra, abordando cuestiones como la figura de Vidocq, la narrativa de procedimiento policial de Ed McBain, el policía a lo largo de más de cien años de cine o la novela de policías en España durante el franquismo y durante la democracia. Un nuevo número cuyos contenidos, como viene siendo tradicional, resultan una delicia para los aficionados al género.

La interesante charla de presentación giró en torno al debate sobre la diferencia entre el papel jugado tradicionalmente por las fuerzas de seguridad en el contexto del género negro y cómo éste ha evolucionando con el tiempo, desarmando sustancialmente los puntales sobre los que se sustentaba. Durante el acto, el principal valedor de dicha postura fue Manuel Blanco Chivite que, a través de su discurso —demasiado recalcitrante y maniqueo en mi opinión— nos comentó que, en sus orígenes, la novela negra cobraba un carácter de reivindicación combativa orientada a la denuncia social de los abusos de una policía en muchas ocasiones corrupta, sobradamente autoritaria y excesivamente represora —se mencionó a modo de ejemplo la excelente Prótesis de Andreu Martín— y que, en la actualidad, dicha esencia se ha perdido ya que los actuales autores de novela policíaca tienden a cultivar una imagen más meliflua, bondadosa y cercana de tales cuerpos —citando a modo de ejemplo la saga de Lorenzo Silva protagonizada por su popular pareja de guardias civiles—, imagen que adocena el género, lo distorsiona y que incluso beneficia en gran medida a los distintos grupos de poder ya que «normaliza» en exceso la imagen pública de su brazo armado.

Algunas personas del público asistente —entre las que me encontraba— discreparon del planteamiento argumentando que tal evolución es natural puesto que la sociedad también ha evolucionado y que la actualidad de las fuerzas de seguridad, salvo puntuales excepciones, nada tiene que ver con lo que fue en tiempos a lo que Blanco Chivite respondió que precisamente ese cambio de enfoque no sugería una evolución per se sino un completo cambio de orientación, una ruptura de las premisas originales y que la aceptación de los nuevos planteamientos ponían en entredicho el que pudiera denominarse canónicamente novela negra —«puede ser buena literatura pero ya no es novela negra, es otra cosa»— a la actual literatura policíaca.

El acto finalizó entre risas y grata charla, acompañados del tradicional reparto de vino y canapés que ofició el entrañable e imprescindible Juan Escarlata, librero de pro.


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3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

pedro vas a ir este miércoles al Isadora?

7 de julio de 2008, 21:49  
Blogger Pedro de Paz ha dicho...

No es seguro. Tengo un compromiso previo y no sé si voy a poder. Si logro escaparme a una hora decente, es muy probable que me pase a dar una vuelta y a tomar un par de cervezas en torno a las 22:00. Pero no aseguro nada.

Abrazos,
Pedro de Paz

8 de julio de 2008, 8:08  
Blogger Miguel Baquero ha dicho...

Muchas gracias, colega, por tu mensaje en mi blog. La admiración es mutua y lo sabes. Un abrazo.

Yo estaré por en Isadora con un libro, por si no viene nadie me leo un par de capítulos debajo del aire acondicionado y ya está.

8 de julio de 2008, 21:48  

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